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SERVICIOS

ENERGÍA SOLAR TÉRMICA

La energía solar térmica se basa en el aprovechamiento de la energía procedente del sol por medio del uso de paneles solares térmicos o colectores. Su uso más frecuente es para la producción de agua caliente sanitaria (ACS), calefacción y climatización de piscinas, entre otros. 

Las instalaciones solares térmicas nos permiten, por tanto, utilizar una fuente de energía gratuita e inagotable como es el sol para obtener agua caliente o calentar nuestros hogares, lo cual conlleva un considerable ahorro tanto económico como energético, además de una disminución de las emisiones de CO2.

Este tipo de instalaciones están compuestas de diferentes elementos. En primer lugar, por una serie de captadores o paneles solares conectados entre sí cuya misión es recoger la energía solar y convertirla en energía térmica, obtenida mediante el calentamiento del fluido que circula por su interior. Esta energía calorífica se almacena en uno o más depósitos de agua caliente para poderla utilizar según nuestras necesidades de consumo, ya que no siempre coinciden con las horas de mayor radiación.

ENERGÍA SOLAR FOTOVOLTAÍCA

AUTOCONSUMO

El autoconsumo fotovoltaico se trata de la generación de electricidad a través de la energía solar. La utilización de energía procedente de fuentes renovables nos permite alcanzar un mayor ahorro y eficiencia energética. 

Existen dos tipos de instalación fotovoltaica

Sin excedentes o inyección cero: Se utiliza la energía generada renunciando a verter el sobrante a la red eléctrica. En este tipo de instalaciones no se suele aprovechar toda la energía producida ya que normalmente la generación de energía no coincide con las horas de consumo o bien se desaprovecha el sobrante generado en las horas de mayor producción. 

Con excedentes: Esta modalidad de instalaciones están conectadas a la red eléctrica, vierten en ella la electricidad sobrante consiguiendo así una compensación en forma de ahorro.Esta generación de energía se consigue a través de la instalación en nuestro tejado, o cualquier otra superficie adecuada para ello, de placas solares fotovoltaicas.

El funcionamiento es el siguiente:

Las placas solares generan energía eléctrica a través de la incidencia de la radiación solar en su superficie. Van conectadas a un inversor fotovoltaico que es el encargado de transformar la corriente continua generada por los paneles en corriente alterna, que es la utilizada por los aparatos eléctricos que utilizamos en el uso diario. Este inversor va a su vez conectado a la entrada ICP de nuestra vivienda.

De esta manera, para satisfacer la necesidad de consumo de nuestro hogar se utilizará primero la energía generada a través de la instalación fotovoltaica y posteriormente de la red eléctrica, si el consumo es superior a la energía generada.

ENERGÍA FOTOVOLTAÍCA AISLADA

Hay viviendas o explotaciones agropecuarias que por su ubicación en zonas aisladas no disponen de la posibilidad de conectarse a la red. En estos casos, pueden recurrir a un sistema fotovoltaico y aprovechar la energía solar para la generación de electricidad para consumo propio. Las instalaciones fotovoltaicas aisladas nos permiten generar electricidad durante el día, almacenarla y utilizarla posteriormente según nuestras necesidades de consumo.

Este tipo de instalaciones se componen placas solares encargadas de recoger la energía del sol y transformarla en corriente continua, un regulador de carga, un acumulador solar – o batería- para almacenar la energía y un inversor que la convierte en corriente alterna apta para conectar los aparatos eléctricos de nuestros hogares.